jueves, enero 10, 2008

Leccion de fe

Cuenta una mujer, que abordó un avión para viajar a Nueva York, que un niño entró buscando su asiento y se sentó justo al lado suyo.

El niño abrió un libro de colorear y comenzó a dar colores a todas las figuras, hoja por hoja.

Al despegar el avión, el niño no presentó rasgos de ansiedad ni nerviosismo. A pesar de que el vuelo no fue muy bueno, pues hubo tormenta y mucha turbulencia, se mantuvo despreocupado y sin temor, coloreando todo el tiempo en su libro.

De momento hubo una sacudida fuerte, y todos los pasajeros se atemorizaron, se notaban nerviosos, pero el niño mantuvo la calma y serenidad en todo momento.

Fue entonces que esta mujer, frenética, le preguntó al muchacho: ¿Niño, no tienes miedo?

No señora -contestó el niño mirando su libro de pintar- y agregó: "Mi Padre es el Piloto".

Anonimo

Cuando se sabe el final de la historia, la lectura es aburrida. Cuando se conoce el final de la pelicula, el desarrollo es interminable. Pero cuando, sin saber la historia o la pelicula, se conoce a su escritor o su director, el transcurrir de los momentos en el libro o en la pantalla se convierte en placentero y el desenlace en una experiencia unica.

Muchos torbellinos sacuden nuestras vidas estos dias. A nuestro alcance o no, ellos remueven hasta el ultimo de nuestros cimientos, socavando hasta la ultima de nuestras tranquilidades.

Sin embargo, el abandonarnos a la destreza de quien conduce los destinos del timon de nuestros rumbos, aun sin saber donde nos lleva y por que caminos transitamos, pues sinuosos y golpeadores nos traicionan a cada vuelta, si conocemos al guia confiamos en sus poderosas manos y su luminosa mente para que lleguemos a termino.

A buen entendedor, pocas palabras.

O, en caso de que las requieran, como diria Facundo Cabral... "...es un buen negocio poner las vida de uno en las manos del Señor..."

(...perdon si molesto...)