La vocacion maternal es inherente a la de ser mujer. Toda mujer esta destinada a concebir, a hacerse carne de la nueva carne, a dejarse beber perennemente en sus entrañas y de sus profundidades mas literales por el nuevo producto que la mama crea desde el mismo momento en que desgarra sus tejidos para producir el milagroso implante que va a permitirle surgir al mundo con el alma propia pero el cuerpo prestado por esa mujer que, invariablemente, existe antes que nosotros y a quien debemos la virtud enorme de ayudarnos a corporizarnos, a ser carne en el alma del transito terrenal, a ser pasajeros del mundo con nave propia que nos obliga en perpetuidad a una deuda de amor y de reconocimiento en cada gesto que tengamos, en cada uso que le demos a nuestro cuerpo, regalo de Dios a traves del sacrificio inicial y perpetuo de nuestras madres.
Es madre quien ha nacido mujer aunque su vocacion religiosa o espiritual le impida anidar hijos en su seno por voluntad propia porque es tan materna en su afecto por quienes prohija como si los hubiese parido con dolor, porque el dolor de no tenerlos en permanencia justifica cualquier definicion posterior que se le pueda dar. Es madre quien tiene el vientre seco por avatares de la cruel biologia, porque nadie puede negarle el derecho a amar y a prodigar cariño a los innumerables hijos del corazon que la vida le pone enfrente y de quienes se encuentra tan solo a un abrazo de distancia. Es madre aun la que no ha concebido, la niña que juega con muñecas, la adolescente que sueña con su idolo musical o la mujer madura a quien aun no han fecundado en union de amor, porque guardan todas ellas en receso todo el potencial de ser dadora de vida tan solo en espera del click determinante de la explosion de amor y de la concepcion del milagro.
Es madre cualquier mujer porque ser mujer es ser madre.
Aun es mujer quien ha renegado de serlo, porque en el recuerdo permanente del hijo que no fue no puede negar su virtud de haber sido engendradora y su potencial de remediar cualquier intento de no haberlo sido, porque todo en la vida se regenera y todo se puede reiniciar, aunque se nos vaya la vida en el intento.
Hace mucho, mucho tiempo, vivían en una aldea dos mujeres jóvenes que no habían tenido la suerte de tener ni hijos, ni hijas. Había un dicho según el cual "una mujer sin hijos era una fuente de desgracias para la aldea".
Un día, una señora vieja golpeó a su puerta para pedir comida. Las mujeres jóvenes la recibieron con mucha amabilidad y le dieron de comer y ropa para vestirse. Después de comer y extrañada por el silencio y la ausencia de voces infantiles, la anciana les pregunto:
- ¿Dónde están vuestros hijos?
- Nosotras no tenemos hijos, n hijas y por eso, para no causar desgracias a la aldea nos pasamos el día fuera del pueblo.
Entonces, les dice la señora:
- Yo tengo una medicina para tener hijos, pero después de haber dado a luz, la madre se vuelve loca.
Una de la mujeres le contestó que aunque enfermase ella sería feliz por haber dejado un niño o una niña en la tierra. En cambio, la segunda le dijo que no quería enloquecer por un hijo.
La señora vieja dio la medicina solo a la que se lo pidió.
Después, algunos años más tarde la señora vieja regresó al pueblo y se encontró a las dos mujeres jóvenes. La que no había tomado su medicina le dijo: "Tu nos dijiste que quien tomara la medicina se volvería loca, pero mi hermana la tomó, tuvo una hija y no enfermó"
Y la anciana le respondió: "Volverse loca no quiere decir que se convertiría en una persona que anduviera rasgándose las ropas o que pasara todo el día mirando a las nuves como si paseara por el aire ; lo que yo quise decir es que una mujer que da a luz un niño o una niña estará obligada a gritar todo el tiempo, para a continuación no parar de reir, llorará por la criatura, le pegará, le amará… Éso es él ser madre y volverse loca.
Cuanto las envidio, mujeres, madres o no... Cuanto les deseo felicidad en este dia y en los dias que vendran desde hoy, sean madres reales o madres en potencia, por ser tierra germinada o por cultivar en espera de nuestro egoista acto masculino de aportar solo semilla dejandoles a ustedes la labor-alegria de caminar, de ahi en mas, el verdadero sendero a la eternidad: dando nueva vida.
Feliz dia mamás de ayer, de hoy y de siempre...!!!
