martes, febrero 19, 2008

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, y todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado. Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

- Quiero arreglar todo lo que hice, ¿como puedo hacerlo? - a lo que el sabio respondió:

- Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas, y suéltalas donde quiera que vayas.


El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y en el transcurso de un día las había soltado todas. Volvió donde el sabio y le dijo:

- Ya he terminado -entonces el sabio contestó:

- Esa era la parte fácil... Ahora debes volver a llenar el saco con esas mismas plumas que soltaste, sal a la calle y búscalas.

El hombre se sintió muy triste pues sabía lo que eso significaba, y no pudo juntar casi ninguna. Al volver, el hombre sabio le dijo:

- Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya esta hecho. Lo único que puedes hacer ahora es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste.


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Una palabra que sale es como una bala que se dispara... jamas vuelve al lugar de donde salio y causa daño que es irreparable...

Hoy, donde la calumnia cobro su victima en mi ser con todo el rigor con el que solo la ceguera del alma puede conseguir, este regalo al mail solo me reafirma que Dios existe y que se manifiesta con toda la fuerza de la evidencia.

Fuerza y Valor como dice mi Abuelo desde la cueva del mar...

Gracias por tu Verdad y por hacer un Mundo de Verdad de la mano de la justicia...

(...perdon si molesto...)