miércoles, enero 30, 2008

Oracion de las mujeres

Señor, tú sabes mejor que yo, que estoy envejeciendo y un día seré vieja.

No permitas que me haga charlatana y sobretodo que no adquiera el hábito de creer que tengo que decir algo sobre cualquier tema, en cada ocasión.

Libérame de las ansias de querer arreglar la vida de los demás.

Que sea pensativa pero no taciturna, solícita pero no mandona.

Con el vasto acopio de sabiduría que poseo, parece una lástima no usarla toda.

Pero tú sabes, Señor, que quiero que me queden algunos amigos al final.

Mantén mi mente libre de la recitación de infinitos detalles del pasado.

Dame las alas para ir derecho al grano.

Sella mis labios para que no hable de mis achaques y dolores. Ellos van en aumento con el pasar de los años, como también mi gusto por recitarlos.

Pido la gracia de poder escuchar con paciencia el relato de los males ajenos.

Enséñame la gloriosa lección de que, a veces, es posible que esté equivocada.

Mantén en mí una razonable dulzura. No quiero ser santa. Es difícil convivir con algunas de ellas; pero una vieja amargada es una de las obras supremas del diablo.

Ayúdame a extraer de la vida toda la diversión posible.

Nos rodean tantas cosas divertidas, que no quiero perderme ninguna.

¡Ayúdame a cumplir todos estos propósitos!

Fuente:www.nuestraedad.com.mx

Bendita eres, mujer, porque de tu seno fecundo mama la vida el ser humano. Mujer es la madre, la esposa y la hija. Mujer es la tierra, la luna y la estrella. Mujer es la alegria, la esperanza y la fe.

Mujer, que pares con dolor, amas con calor, y das color a la vida... gracias por ser mujer...

(...perdon si molesto...)

Una historia en cuatro velas

Cuatro velas se estaban consumiendo tranquilamente.El ambiente estaba tan silenciosoque se podía oír el diálogo entre ellas. La primera dice:

- Yo, soy la Paz! A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.

Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.

La segunda dice:

- ¡ Yo me llamo Fe! Infelizmente soy superflua para las personas. Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.

Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y ésta se apagó.

En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:

- ¡Yo soy el Amor!

No tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquellas que están a su alrededor.

… Y también se apagó.

De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas. Y dijo:

- ¿Qué es esto? ¡Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final!

Entonces, la cuarta vela, habló:

- No tengas miedo niña, ¡en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras velas!

Entonces la niña tomó la vela de la ESPERANZA y encendió las que estaban apagadas.

Que la vela de la ESPERANZA nunca se apague dentro de nosotros.

Tomado de un PowerPoint que me llego

Al perder la esperanza se pierde mucho. Al perder la fe se pierde todo. La esperanza es el sentimiento de que algo se producira por accion divina. La fe es la certeza de que algo ya se esta produciendo por inspiracion divina mediante la accion propia.

Que nunca apaguemos las velas. Jamas.

(...perdon si molesto...)

El tiempo

Tómate tiempo para pensar, es la fuente de poder
Tómate tiempo para rezar, es el mayor poder de la tierra
Tómate tiempo para reír, es la música del alma.
Tómate tiempo para jugar, es el secreto de la perpetua juventud.
Tómate tiempo para amar y ser amado, es el privilegio que nos da Dios.
Tómate tiempo para dar, el día es demasiado corto para ser egoísta.
Tómate tiempo para leer, es la fuente de la sabiduría.
Tómate tiempo para trabajar, es el precio del éxito.
Tómate tiempo para hacer caridad, es la llave del Cielo.

Madre Teresa de Calcuta

El tiempo, el aliado, el enemigo.
El tiempo, el que condena, el que salva.
El tiempo, el que destruye, el que lleva vida.
El tiempo, el antagonista, el aliado.
El tiempo, el precursor, el desbaratador
El tiempo, el que baraja y reparte, el que juega y se lleva la mejor parte, la tajada mejor, el que con cartas marcadas te gana o se deja vencer. El que esta sin estar, paga sin devolver, cambia sin reconocer, muta sin transformar.
El tiempo... aquel que siempre estuvo, esta y estara, intangible y valioso como el oro, atesorado como un diamante por el que no lo tiene o se le va de las manos, despreciado por el que le sobra o cree ser dueño del el.
El tiempo... el amante de los taciturnos, el que mas odia a los activos... el gran sanador o el gran dañador... el que abre una herida o la cicatriza...
El tiempo...

(...perdon si molesto...)

El problema no es el problema sino la solucion...

Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y su esposa abriendo un paquete...
Pensó, luego, qué tipo de comida podía haber allí.
Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera.

Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos: "¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!"
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo:
"Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda."
El ratón fue hasta el cordero y le dice: "¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!"
"Discúlpeme Sr. Ratón, más no hay nada que yo pueda hacer, a no ser orar. Quede tranquilo que el señor será recordado en mis oraciones."
El ratón se dirigió entonces a la vaca.
"¿El qué, Sr. Ratón? ¿Una ratonera? ¿Pero acaso, estoy en peligro? ¡Pienso que no!"

Entonces el ratón volvió para la casa, cabizbajo y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando suvvíctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa.

La cobra picó a la mujer. El granjero la llevo inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre.
Todo el mundo sabe que, para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa.
El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. La mujer no mejoró y acabó muriendo. Mucha gente fue al funeral.
El granjero entonces sacrificó la vaca para alimentar a todo el pueblo.

La próxima vez que usted oiga decir que alguien está delante de un problema y crea que el problema no merece su atención, acuérdese que, cuando hay una ratonera en la casa, toda la hacienda corre riesgo.



El problema es la solucion o en la solucion esta el problema. Se va por mas o por menos pero al final, el problema siempre es la forma de encarar la solucion. O el interes que ponemos en su practica.

No existen grandes problemas sino carencia de respuestas. No habria grandes cuestiones si no fueran grandes los desafios que se consideran insalvables y son realmente fugas de una realidad que se nos antoja vista con lentes de aumento cuando en verdad se sobredimensiona lo que se vive, por pereza, desconocimiento o falta de fe en uno mismo o en el Ser Superior.

Los problemas son la sal de la vida. Si le ponemos demasiada, es nociva. Si carecemos de ella, se vuelve insipida. Son los pequeños obstaculos que, al enfrentarlos, nos obligan a pensar en Dios y al salvarlos, nos fuerzan a creer mas en nosotros mismos.

(...perdon si molesto...)

Para ti mama

-Tú sabes que la amas- me dijo un día, tomándome por sorpresa-. La vida es demasiado corta debes dedicarle tiempo.

Pero yo te amo a ti- protesté.

Lo sé. Pero también la amas a ella.

La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, quien era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente. Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.

- ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? - me preguntó. Mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche, o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.

- Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo -le respondí- Los dos solos...-

Reflexionó sobre ello un momento...

-Me agradaría muchísimo.-dijo.

Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba algo nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... Y ¡por Dios! cuando llegué a su casa, advertí que ella también estaba muy emocionada con nuestra cita. Me esperaba en la puerta con su abrigo puesto, se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último aniversario de boda. Su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel.

- Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas -me comentó mientras subía a mi auto-. No pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada.

Fuimos a un restaurante no muy elegante pero sí acogedor, que ella seleccionó, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera "La primera dama". Cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. Sus ojos solo veían grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba.

...una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios...

- Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño - me dijo. - Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor -respondí.

Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, solo ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.

- Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar - dijo mi madre cuando la llevé a casa. Asentí.

- ¿Cómo estuvo tu cita? - quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.

- Muy agradable...mucho más de lo que imaginé..- contesté.

Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada.

Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía:

"La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué 2 platos uno para ti y el otro para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. Te amo".

En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo: "TE AMO" y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales tiempo, porque ellos no pueden esperar.

Para Maribel, Angeles, Lou, Mami Chota y Linky,
alguna si, otras no quieren verlo
pero son lo que son
porque llegaron a serlo en mi vida.

Y a Mama Maria por supuesto
y por sobre todo...!!!



Siempre que leo esta historia me emociono, hasta incluso las lagrimas. Sobre todo porque a pesar de sentir cercana a mi madre siento distante en espacio fisico por eleccion de vida.

Una cena o una llamada, un sentimiento compartido a quien me dio la vida...

Para vos mama... en tu dia... porque hoy es tu dia... aunque no lo sea para el comercio, hoy lo es como fue ayer y sera mañana y lo fueron todos los dias de mi vida desde que naci y lo seran hasta que me vaya aunque no estes a mi lado...

Para ti mama...

Ah... la cena y las que vendran aunque nunca las tengamos, las pagaste por adelantado con toda tu vida entregada por mi...

(...perdon si molesto...)

La musica nunca debe parar

El 18 de noviembre de 1994, Itzhak Perlman, el violinista, entró al escenario para dar un concierto en el Avery Fisher Hall del Centro Lincoln en la ciudad de Nueva York.

Si alguna vez ustedes estuvieron en un concierto de Perlman sabrán que para él, llegar al escenario no es un pequeño logro. Tuvo polio cuando fue niño, tiene ambas piernas sujetas con bragueros y camina con la ayuda de dos muletas.

Verlo cruzar por el escenario dando un paso por vez, costosa y lentamente, es una visión asombrosa. Camina penosa, pero majestuosamente, hasta que llega a su silla. Entonces se sienta lentamente, pone sus muletas en el suelo, afloja los sujetadores de sus piernas, coloca un pie hacia atrás y extiende el otro hacia adelante, luego se inclina y levanta el violín, lo pone bajo su mejilla, hace una señal al director y comienza a tocar.

Hasta ahora, la audiencia estaba acostumbrada a este ritual. Ellos permanecen sentados mientras él hace su trayecto hasta su silla. Permanecen reverentemente silenciosos mientras afloja los sujetadores de sus piernas, y esperan hasta que esté
listo para tocar.

Pero esta vez algo anduvo mal... Justo cuando él terminaba sus primeras estrofas, una de las cuerdas de su violín se rompió. Se pudo escuchar el ruido, sonó como un tiro atravesando el salón.

No había equivocación sobre lo que ese sonido significaba. No había tampoco dudas sobre lo que él tendría que hacer. Los que estaban allí esa noche, pensaron para sí mismos -"tendrá que levantarse, ponerse los bragueros nuevamente, levantar
las muletas y arrastrarse fuera del escenario, ya sea para encontrar otro violín o para encontrar otra cuerda para el suyo".

Pero no lo hizo. En su lugar, esperó un momento, cerró sus ojos y luego hizo la señal al director de comenzar nuevamente.
La orquesta comenzó, y el tocó desde el punto en el que se había detenido. ¡Y tocó con tanta pasión y tanto poder y tanta pureza, como ellos nunca lo habían escuchado antes!

Por supuesto, todo el mundo sabia que es imposible interpretar un trabajo sinfónico con solo tres cuerdas. Yo sé eso y ustedes también lo saben, pero esa noche Itzhak Perlman rehusó saberlo. Se lo podía ver modulando, cambiando, recomponiendo la pieza en su cabeza. En un punto eso sonó como si estuviera sacando el tono de las cuerdas que se habían roto y extrayendo nuevos sonidos de ellas que nunca habían dado antes.

Cuando terminó, hubo un impresionante silencio en el salón... y entonces la gente se levantó y lo aclamó. Hubo un extraordinario aplauso proveniente de cada rincón del auditorio. Estábamos todos de pie gritando y animando, haciendo todo lo que podíamos, para demostrar cuanto apreciábamos lo que acababa de hacer.

El sonrió, se secó el sudor de sus cejas, detuvo su inclinación para aquietarnos y luego dijo, no con presuntuosidad sino en un tono reverente, pensativo, calmo: -"Ustedes saben, algunas veces la tarea del artista es descubrir cuanta música puede
uno hacer con lo que aún le queda"...

¡Qué maravillosa reflexión ésta! Ha permanecido en mi mente siempre desde que la escuché. Y... ¿Quién sabe?... Tal vez es la definición de la vida, no solo para los artistas sino para todos nosotros. Aquí hubo un hombre que se ha preparado toda su vida para hacer música con un violín de cuatro cuerdas, quien repentinamente, en medio de un concierto, se encuentra con solo tres, así que él hace música con tres cuerdas y la música que hizo esa noche solo con tres fue más hermosa, más sagrada, más memorable que ninguna que él haya hecho jamás en un violín con sus cuatro cuerdas.

Así que, tal vez, nuestra tarea en este mundo que vivimos, confuso, inestable y que cambia velozmente, sea hacer música; al principio con todo lo que tenemos y luego, cuando eso ya no es más posible, ...hacer música con todo lo que nos quede!

Jack Riemer, Houston Chronicle, February 10, 2001


La musica debe seguir. Aun como el tamborilero de la cancion que tocando el tamborcito atrajo la atencion del Niño Jesus mas que el oro, el incienso y la mirra, que los regalos y las pleitesias.

Lo rustico del instrumento, como este, como suene, no importa. La dacion con la que entreguemos nuestro sonido al Universo es la importancia. Porque, aun sonando desafinado en soledad, sin ese instrumento y su sonido que es nuestra propia vida, la Sinfonia Universal permanecera incompleta.

Asi que no permitas que acallen tu instrumento ni toques por acallando el sonido por verguenza. Toca como si fuera el Concierto de tu Vida... que de hecho lo es...

"Vive cada dia como si fuera el ultimo... uno de esos dias, tendras razon..."

(...perdon si molesto...)

El verdadero enemigo

Era una de esas tardes en las que nada había que hacer y la loba paseaba con su cachorro inquieto en busca de alimento. Se resguardaron bajo unos matorrales y esperaron que sigiloso pasara el cazador que olfatearan minutos antes.

El frío cañón del arma se asomó entre la enramada y las botas del hombre castigaban con su peso, las hojas secas que se negaban a gritar. caminó un poco, encendió su cigarro y esperó. El cachorro indignado preguntó a su astuta madre:

-Mamá, la grama verde y generosa tiene un enemigo: las ovejas, que se alimentan de ella para sobrevivir, hasta el día de su muerte. Las ovejas tienen un enemigo, nosotros, los lobos, que nos alimentamos de ellas cuando es posible, hasta el día de nuestra muerte. Nosotros tenemos un enemigo: el hombre, que quema nuestros bosques, nos pone dolorosas trampas y mata a los de nuestra especie por deporte o por ignorancia, hasta el día de su muerte. Pero madre, tiene el hombre un enemigo?

La loba clavó su mirada fría en el hijo amado y respondió:

-Hijo mío, el enemigo del hombre, es el hombre, hasta el día de su muerte.

Autor: Desconocido.


En el dia en que el pais parece haberse vuelto loco, no dejo de recordar que el hombre es el enemigo del hombre. Que nuestra evolucion nos ha condenado a involucionar tanto hasta el punto de matar por deporte. Que la enramada que nos cobija a todos no es la ideal para todos los cobijados porque parece no haber lugar para todos en este mundo donde vivimos todos separados como diria la cancion.

El hombre es el enemigo del hombre. El unico ser que mata no por alimento ni instinto sino por sentimiento. O por falta de sentimiento. El unico que ama por exceso de sentimiento y no por instinto. Paradojico...

(...perdon si molesto...)

La felicidad vana

Yehuda Halevi habiendo encontrado, en su búsqueda afanosa, La Fuente de la Eterna Juventud, la imaginó lejos. Le dijeron que se encontraba en el valle del Ambros, en la lejana lberia.

Se puso, pues, en camino con su compañeros, montando un enorme toro embridado con una gruesa serpiente. Llegaron a Hervas y fueron conducidos al monte Pinajarro hasta la entrada de una cueva.
Provistos de antorchas emprendieron la exploración. Los amigos de Yehuda Halevi se sintieron atraídos por el fulgor de las paredes.

Al darse cuenta de que eran piedras preciosas se detuvieron para cogerlas y se llenaron las talegas y así se perdieron.

Su única salvación era guiarse por la luz que provenía del exterior de la cueva. Se dan la vuelta, retroceden, salen y comprueban que no han encontrado La Fuente. Yehuda Halevi, en cambio, continuó avanzando solo y acabó saliendo de la gruta por el lado bueno.
En medio de una pradera había una fuente que vertía agua en una alberca. El ruido del agua al caer era encantador y ésta era de una maravillosa transparencia.

Yehuda Halevi encontró un cántaro en la orilla del estanque y lo llenó de agua hasta los bordes.

En el momento en que iba a llevárselo a la boca, apareció un anciano y le agarró el brazo, diciéndole:

- ¡No bebas, Yehuda, no bebas!

- ¿Por qué? ¿No es esta el agua de nunca morir?

- En verdad vuelve a uno inmortal, pero no debes beberla.

- Pero, ¿por qué?

- Yo la bebí, poeta, hace siglos. Y no he muerto, aun.

- ¿Y bien? Entonces, es verdad que quien la bebe tiene la vida eterna.

-Si, es cierto. Pero yo querría no haberla bebido.

-Y eso,¿ por qué?

- Porque he visto morir a tantos de los que iba queriendo y me querían : padres, hermanos, mujeres, hijos; me pesan mucho sus muertes, las llevo conmigo siempre.
¿Para qué quiero, pues, tanta eternidad si ya nadie me reconoce ?

Yehuda Halevi comprendió la tristeza del anciano y tiró el agua del cántaro, pero allí donde cayo el chorro había una minúscula semilla, de ella nació un hermoso árbol, longevo y poderoso, una "encina", que, aun hoy, siglos mas tarde, permanece en pie cobijando bajo su copa a los nietos y bisnietos de Yehuda Halevi, que a su sombra escuchan una y otra vez esta historia de labios del anciano rabí.


Se puede ser feliz sin miticos vellocinos de oro, sin alcanzar fuentes de eternas busquedeas, griales santos imaginarios o tesoros fabulosos escondidos. Se puede intentar tornar la fama en logro, la vanidad en conquista y la fatuidad en perpetua adoracion al ego.

Mas muchas veces lo que creemos permanente no es mas que impermanencia, lo que soñamos definitivo es menos que lo temporal y las cosas por las que peleamos toda una vida no aparecen ni se envanecen sino que se convierten en cruces que nos recuerdan la fragilidad de nuestras imperfecciones que pensamos virtuosas y realmente nos condenaron a vivir en el desamor y la agonia perpetua.

No todo lo que brilla es oro. Si todo lo de dentro es lo que importa. Porque, como decia el inmortal Principito, "lo esencial es invisible a los ojos"...

(...perdon si molesto...)

Lo que enseña un cuento sin "U"

Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio. Allí estaba el imponente espejo de mano, al costado del sendero, como esperándolo. Se acercó, lo alzó, y se miró en él.

Se vio bien.

No se vio tan joven, pero los años habían sido bastante bondadosos con él. Sin embargo, había algo desagradable en la imagen de si mismo. Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia:

La bronca. El desprecio. La agresión. El abandono. La soledad.

Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea. Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más. Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente. Camino por horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. Ese misterioso objeto lo atraía como los imanes atraen a los metales.


Resistió y aceleró el paso.


Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo.


Corriendo llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama y se tapó la cabeza con las sábanas. Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en él; pero no podía evitar la memoria de esa imagen:


La del resentimiento.
La del dolor.
La de la soledad.
La del desamor.
La del miedo.
La del menosprecio.

Había ciertas cosas indecibles e impensables…


…Pero él sabía donde había empezado todo esto…

Empezó esa tarde, hacía treinta y tantos años… el niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de los otros. Esa tarde el niño decidió borrar para siempre, la letra del alfabeto. Esa letra.

La letra necesaria para nombrar al otro si está presente. La letra imprescindible para hablarles a los demás, al dirigirles la palabra... Sin manera de nombrarlos, dejarían de ser deseados…y entonces no habría motivos para sentirlos necesarios…y sin motivo ni forma de invocarlos, se sentía, por fin, libre…

EPILOGO:

Escribiendo sin “U” puedo hablar hasta el cansancio de mí, de lo mío, del yo, de si lo tengo, de si me falta, de lo si me parece…


Hasta puedo escribir de él, de ellos y de los otros.


Pero sin U no puedo hablar de Ustedes, del tu, de lo vuestro. No puedo hablar de lo suyo, de lo tuyo, ni siquiera de lo nuestro.


Así me pasa…. A veces pierdo la U…y dejo de poder hablarte, pensarte, amarte, decirte.
Sin U, yo me quedo pero tú desapareces…

Y sin poder nombrarte Cómo podría disfrutarte?

Si tú no existes, me condeno a ver lo peor de mí mismo reflejándose eternamente, en el mismo mismísimo estúpido espejo.


Extraido de Agora Marianista


A veces menospreciamos lo infimo, minimo, lo despreciable. Dejamos de lado lo que creemos inutil y sin sentido y no le damos el valor que debe tener. No pensamos en ese tornillo como el eje alrededor del cual gira el complejo mecanismo del dia a dia.

Pero es asi y al momento de caer lo insostenible, nos castiga el futuro. O el presente. O peor, el pasado.

"Una gota de agua puede ser solo eso, pero sin ella, el mar estaria incompleto" decia Teresa de Calcuta. Y cuando esa gota refleja el otro, el ser maximo que somos, el ser maximo que podemos ser, entonces solo podemos esperar lo inesperado, la soledad del desamor, el desengaño y la tristeza.

Sin "U" no hay "Tu" ni "Salud", ni "Jesus", ni "Rojhayju"...

No queda nada. Sin una letra apenas... y pensar que a veces renegamos y olvidamos el alfabeto entero...

(...perdon si molesto...)

Telefonos de urgencia

Cuanto este triste llame a Juan 14
Cuando hablen de usted, llame al Salmo 27
Cuando este nervioso, llame al Salmo 21
Cuando este preocupado llame a Mateo 6:19.
Cuando este en peligro, llame al Salmo 91
Cuando crea que Dios esta lejos, llame al Salmo 63
Cuando su fe necesite ser activada, llame a Hebreos 11
Cuando este solo y con miedo, llame al Salmo 23
Cuando se sienta desagradable y critico, llame a 1 Corintios 13
Para conocer el secreto de la felicidad, llame a Colosenses 3: 12-17
Cuando se sienta triste y solo, llame a Romanos 8: 31-39
Cuando quieras paz y descanso, llame a Mateo 11: 25-30
Cuando piense que el mundo es mas grande que Dios, llame al Salmo 90

Anotelos en su agenda, probablemente los va a necesitar alguna vez

Waldemartins Bueno de Oliveira
(...obrigado meu irmao...)

Son numeros en casos de incendio del alma. Numeros a los que hay que recurrir si nos quieren asaltar las dudas o robarnos la esperanza. Cuando se nos acaba la fe y nos sentimos enfermos de espiritu. Cuando algun servicio basico como el agua del encuentro, la luz del conocimiento o el telefono con el cielo se nos desconecta, debemos recurrir a ellos.

Numeros que agendar en la libreta del corazon...

Pruebenlos, cualquiera de ellos. Son gratuitos, funcionan las 24 horas del dia los 365 dias del año y su Operador nunca falla...

(...perdon si molesto...)

La gratitud del Maestro

Un anciano tenía fama de sabio y la gente acudía a él en busca de ayuda o de consejo. Y cuando un forastero preguntaba por qué le decían maestro, en qué consistía la sabiduría, o qué ciencia dominaba ese hombre que parecía un humilde campesino, la gente no sabía muy bien qué responder.

- Es un hombre feliz, vive en paz con todos, era una de las tímidas respuestas.


Un joven que escuchó hablar de él y que ansiaba adquirir conocimientos, se presentó una noche para pedirle que le enseñara. El anciano se sorprendió del pedido, pero aceptó con entusiasmo. Hacía muchos años que vivía solo y le gustó la idea de tener a alguien con quien compartir su tiempo nuevamente.


A la mañana siguiente, se levantaron y prendieron el fuego para calentar agua y cocinar el pan que habían dejado preparado la noche anterior. Mientras esperaban que el desayuno estuviera listo, el maestro se sentó en un banquito y se puso a contemplar por la ventana. El discípulo, parado detrás de él, trataba de poner la mirada en el mismo lugar que el maestro, para descubrir qué estaba mirando tan concentrado. Por la ventana sólo se veía el campo, flores silvestres, el gallinero y los perros recibiendo los primeros rayos del sol. A los pocos minutos, el joven se aburrió y se fue a sentar. Tomó un libro de su mochila y comenzó a leer. Sin embargo, a cada momento se distraía y pensaba cómo el maestro podía perder el tiempo sin hacer nada. Cuando el olor a pan inundó la habitación, el maestro se levantó, preparó el te, colocó dos jarros sobre la mesa y el pan sobre una servilleta. Se sentó, indicó, con un gesto de su mano, al discípulo que hiciera lo mismo y comenzó a comer el pan cortándolo en pedacitos y mojándolos en el té caliente. El discípulo estaba asombrado: el maestro se había olvidado de agradecer la comida. Sin disimular y para que el otro se diera cuenta de su error, agachó la cabeza durante unos instantes como si estuviera rezando. Después, comenzó a comer. Cuando terminaron el desayuno, colocaron cada cosa en su lugar y el maestro le preguntó al joven de qué quería conversar. En el instante en que le iba a contestar, se abrió la puerta de golpe y entró un niño corriendo:


- Maestro, maestro, mire el pescado que saqué del agua, hoy vamos a comer como reyes.


El maestro se levantó, aplaudió la hazaña del niño y se ofreció para ayudarlo a limpiar el pescado. Mientras tanto, le preguntó por toda la familia, y le explicó varias maneras de cocinarlo. Antes de que se fuera, le regaló un pequeño recipiente con un condimento especial para darle más sabor a la preparación.


El discípulo estaba asombrado y desconcertado. Ya había pasado más de medio día y no había aprendido nada.


A partir del momento en que el niño dejó la casa, cada vez que el maestro se iba a poner a conversar con él, alguien del pueblo interrumpía la conversación. Iban a pedirle algo o a llevarle un pequeño regalo -una papa, una planta de lechuga, un zapallito-, como agradecimiento por alguna ayuda que él les había dado. Pasó el día y anocheció. El maestro cortó las verduras y puso el caldo en el fuego, mientras amasaba con mucha dedicación el pan para el otro día. Comieron y se fueron a dormir.


Los días siguientes fueron más o menos similares: pasaban las horas yendo de un lugar a otro, ayudando o visitando a las personas del pueblo; trabajaban la pequeña huerta; alimentaban a las gallinas y juntaban los huevos que regalaban al que los necesitaba. Una noche, entre la respiración profunda del maestro y la bronca acumulada por no aprender nada nuevo, el discípulo daba vueltas en la cama sin poder dormir. No sabía si irse o quedarse. Por fin, casi entrada la madrugada decidió probar durante un día más. Al amanecer, el maestro se levantó, se desperezó y comenzó a prender el fuego para el desayuno.


Puso el agua a calentar, el pan a cocinar, y se sentó en el banquito a mirar por la ventana.


Así lo encontró el joven cuando despertó. Se dio cuenta de que todo iba a seguir igual que los días anteriores. Al enojo que había acumulado se le sumó el mal dormir y estalló:


- ¡Yo vine a buscar sabiduría, a entender las cosas de la vida, a aprender a vivir mejor, y lo que me encuentro es alguien con una vida común, diría que vulgar, que ni siquiera es capaz de tener un momento para reflexionar y agradecer al creador por todo lo que recibió de él!


El maestro lo miró con los ojos tristes; una expresión que nunca antes le había visto. Y le contestó:


- Cuando contemplo la mañana por la ventana, veo las flores, huelo su perfume y de esa manera, usando mis ojos y mi olfato para gozar de lo que Dios hizo para nosotros, lo alabo. El campo y el gallinero, son los que nos ofrecen la comida de cada día y, al mirarlos, no me queda más que agradecer por la vida. Los perros descansando me recuerdan que pasaron toda la noche en vela cuidándonos mientras dormimos. Esto me lleva, necesariamente, a agradecer a Dios que en todo momento y sin descansar tiene sus ojos puestos en nosotros para acompañarnos, para cuidarnos y para hacernos felices. Eso me llena de alegría y paz. Ya no necesito nada más, porque estoy seguro de que Dios está conmigo. Cada persona que golpea mi puerta me hace sentir útil, necesario, querido. Cada vez que recibo un pequeño regalo de la gente humilde de la aldea, siento que es Dios mismo que me lo da, sirviéndose de las manos de los demás y me recuerda, así, que no soy el único que puede dar.

El discípulo estaba tan enojado que casi no escuchó las palabras del anciano. Agradeció, por educación, el hospedaje y volvió a su pueblo, olvidándose por mucho tiempo de lo que el maestro le había dicho.


Allí, conoció una chica de quien se enamoró. Se casaron y formaron una familia.


Cierto día, al volver de trabajar en el campo, vio desde lejos a sus hijos jugando. Se acercó despacio y desde atrás de un árbol se quedó mirando. Así lo descubrió su esposa que le preguntó:


- ¿Qué estás haciendo acá? ¿Qué hacés mirando a los niños jugar?


- Estoy mirando la maravilla más grande que Dios nos ha regalado, estoy alabándolo mientras escucho sus gritos y sus cantos, estoy dando gracias por el trabajo que me permite traerles todo los días un pedazo de pan, y estoy dando gracias a Dios, porque si yo, que soy muy débil, cuido de ellos y me preocupo, cuánto más él con todo su poder y su inmenso amor.


Ese día el hombre recordó las palabras de su maestro y entendió.


Extraido de www.sanmiguel.org.ar



La gratitud es una virtud del Maestro que el Discipulo debe aprender.

Recuerdo cuando merodeaba los patios del Cristo Rey querido...un sacerdote me enseño en una charla un sabado a la tarde donde estaba Dios... "Dios esta en todas las cosas" me dijo... "en el cielo azul, en los pajaros, en las cosas que usas para comer o vestirte, Dios esta en todos lados, incluso en la tierra que pisas..."

Estoy convencido que tambien en la tierra que cubre su descanso hoy en "Santos Martires"... de seguro...

La Gratitud es un don, una virtud, un regalo que aprovechar. Ser grato es estar abierto a los dones del Universo, del Padre, del Creador, de Aquel que espera sin esperar, sin pedir pide en sus acciones. El que da no espera retribucion mas que gratitud.

La gratitud es la semilla de cultivo para el crecimiento personal. Es el germen del recibir sin pensar que vendra... porque de seguro es un compromiso de mas dacion a cambio de gratitud...

(...perdon si molesto...)

La Mujer, el Angel, la Muerte... y la otra Mujer

En pleno día -por tiempo y por edad- la mujer vestía de noche. La oscuridad de su pena hacía juego con la suelta cabellera, los ojos insondables y la túnica. Cansada de llamar a la Muerte, que bajó la caperuza, tapó sus oídos y vagó por el mundo sólo por no oírla, acudió al Ángel.

- Señor: he perdido a mi hijo. ¡Era tan pequeño que cabía exactamente en la cuna de mis brazos! En vano llamé a la Muerte para que me lo devolviera...


- ¿No sabes, Mujer, que la muerte no devuelve nada...?


- Le rogué que me llevara junto a él. No fui escuchada. No tengo paz ni consuelo. Toda yo soy una estéril lluvia de lágrimas.


- Resignación, Mujer.


- Lo soñé con amor. Lo engendré con amor. Lo esperé con amor. Lo di a luz con amor... Y me fue arrebatado. No tiene sentido.


- Busca las palabras de la resignación y de la fe -dijo el Ángel y desapareció.


La Mujer cerró sus desolados ojos. Cuando los volvió a abrir estaba en una iglesia que destilaba esplendor. En los murales, pintores de clara estirpe idealizaron hasta el arrebato místico, los rostros de vírgenes y santos.


Se arrodilló ante el sacerdote.


- Padre: he perdido a mi hijo. No tengo paz ni consuelo. En vano he llamado a la Muerte. Vivo en martirio.


- Bienaventurados los que sufren porque de ellos será el reino de los cielos... Dios da y Dios quita. Tu criatura, mujer, es un ángel grato a los ojos del Señor. Resignación, hija mía, resignación.


Cubierta con su cabellera como un manto, fue a una sinagoga. Refulgían la estrella de David y los candelabros de siete brazos. Se arrodilló ante el rabino.


- Señor: he perdido a mi hijo. Lo engendré con alegría. No tengo calma, ni consuelo, ni sentido mi vida. Soy un dolor.


- Un Rabí perdió a su hija recién nacida y, en su acompañamiento, iba alegre... Cuando le preguntaron el motivo, repuso: Me alegra devolver a Jehová un alma tan pura como cuando él me la dio... Dios da y Dios quita. Resignación, hija mía, resignación.


Envuelta en la oscuridad de su cabellera y de su pena, la mujer entró en la mezquita. La filigrana de la piedra reproducía, hasta el infinito, el nombre de Alá. Se hizo un ovillo a los pies del Imán.

- Señor: he perdido a mi hijo. Era tan pequeño que mis brazos le bastaban. Lo amaba y lo perdí. No tengo consuelo.


- La verdadera tumba de los mortales no está en la tierra sino en el corazón de los hombres... Tu hijo está vivo en tu corazón. Vida y muerte no nos pertenecen, Dios da y Dios quita. Resignación, hija mía, resignación.


Arrebujada en el manto vivo de su cabellera, la madre entró en una capilla evangelista. Las paredes eran grises y desnudas. Sólo un crucifijo fino, de madera negra. En lo alto, los fragmentados colores de un vitreaux. Dobló su torturada humanidad ante el Pastor.


- Señor: he perdido a mi hijo. Era tan pequeño y tan grande mi dolor. Vivo penando y sin consuelo.


- En el día del juicio final veremos los rostros de él y de los seres que amamos. Dios da y Dios quita. Resignación, hija mía, resignación.


En lágrimas, ya sin fuerzas, la madre era una figura oscura, espasmódicamente sacudida por sollozos y el viento.

Ajena a la vida que pasaba a su alrededor, sólo recordaba el hijo que tuvo en sus brazos y se perdió como en un sueño...


El Portero Celestial, con infinita pena le alzó el rostro.


- Mujer, levántate. Voy a llevarte ante quien comprenderá tu dolor.


Por un instante, la madre abandonó su oscuridad de cuerpo y espíritu.


- ¡Señora...! - suplicó ante la augusta figura.


- Tú que perdiste a tu Hijo, dime, ¿cuál es la fórmula del consuelo...?



Entonces, a dos mil años del hecho, los ojos de la virgen María se llenaron de lágrimas...



Autora: Evangelina

www.sanmiguel.org.ar


No hay amor mas que el Amor de Madre.

No hay dolor mas que el Dolor de Madre.

Por eso hay imagenes de Virgenes que lloran, madres que entierran hijos e injusticia en el mundo. Mientras Marias derramen aguaceros de sal y espanto por sus hijos desaparecidos en los campos de la guerra, de horror o de las calles, aun asi y ahi, existira dolor en el mundo, como antitesis del amor mas puro...

El Amor que no se puede lesionar porque condena eternamente... el Amor de Madre...

(...perdon si molesto...)

El desapego

Habla de un viejo sacerdote budista que junto con sus dos alumnos recorría los campos enseñando las lecciones básicas de la vida. Llegaron al vecindario más triste y desolador que habían visto jamás.

El monje buscó la casa más pobre, la más desvencijada, y pidió posada. Vivía ahí una familia muy pobre, compuesta por un hombre ya mayor, su mujer y sus tres hijos casi adolescentes.
Los discípulos, acostumbrados a ver pobreza, se sorprendieron de la forma tan miserable en que vivían.

El jefe del hogar les explicó que no podía compartir con ellos la escasa comida, y que en la casita apenas cabían ellos. Pero el sacerdote insistió y quedaron alojados para pasar la noche en el pequeño establo en el que había una sola vaca. Era ésta el único sustento real de la familia. La ordeñaban todos los días, y era su poca leche todo el ingreso con que contaban. No era extraña pues, aquella miseria.

Cuando aún no había amanecido el maestro despertó a los discípulos y les pidió tirar la vaca por el barranco cercano, matándola. Después desaparecieron en la sombra de la noche.
¿Por qué esa acción tan terriblemente cruel? ¿De qué viviría ahora esa miserable familia?

Dos años después regresaron. Y apenas pudieron reconocer la casa aquella. Estaba ahora arreglada y limpia, en el establo había tres vacas y en la huerta, totalmente sembrada se veían las matas de maíz, las zanahorias y las lechugas.

El hombre relató lo que había pasado. “Después que ustedes se fueron ocurrió una tragedia. Nuestra vaca se salió del corral y se mató al caer por el precipicio”.

Y les contó las angustias de quedar sin el miserable sustento y cómo no les quedó más remedio que ponerse a trabajar para otros granjeros, y aprendieron a sembrar su huerta.
Descubrieron que comían mejor, y al vender lo que sobraba, pudieron comprar tres nuevas vacas y arreglar el corral y la casa. El sacerdote budista miró a los alumnos. Comprendió en su sonrisa que habían aprendido la lección.

Anonimo


El secreto del progreso es el desapego a cuestiones que nos lastran o nos atan a cosas que creemos seguras dentro de nuestro esquema mental o vital, y sin embargo solo nos retienen en la evolucion y el avance de la mente y del propio crecimiento.

El desapego es fundamental para evolucionar. Si nos creemos seguros, pensamos que los paradigmas y las tradiciones nos dan seguridad, nos brindan tranquilidad y nos hacen poner los pies en la tierra, sin embargo a veces necesitamos alas para volar y como las tenemos y no nos damos cuenta, necesitamos desplegarlas y sobre todo darnos cuenta que existe el suficiente viento como para echarnos a volar.

Soltemos amarras...!!! Nadie hizo historia anclado a un puerto sino que saliendo a navegar, yendo adelante, surcando mares y cruzando el horizonte, el mismo que nos enseñaron como fin del mundo y que, en realidad, no es mas que el principio de la felicidad, de una nueva vida...

(...perdon si molesto...)

El valor de lo que se calla

El 14 de octubre de 1998, en un vuelo trasatlántico de la línea aérea British Airways tuvo lugar el siguiente suceso:

A una dama la sentaron en el avión al lado de un hombre de raza negra. La mujer pidió a la azafata que la cambiara de sitio, porque no podía sentarse al lado de una persona tan desagradable.

La aeromoza argumentó que el vuelo estaba muy lleno, pero que iría a revisar a primera clase a ver si por si acaso podría encontrar algún lugar libre.

Todos los demás pasajeros observaron la escena con disgusto, no solo por el hecho en si, sino por la posibilidad de que hubiera un sitio para la mujer en primera clase.

La señora se sentía feliz y hasta triunfadora porque la iban a quitar de ese sitio y ya no estaría cerca de aquella persona.

Minutos mas tarde regreso la azafata y le informo a la señora:

-Discúlpeme señora, pero efectivamente todo el vuelo esta lleno... pero afortunadamente encontré un lugar vacío en primera clase.

Sin embargo, para poder hacer este tipo de cambios le tuve que pedir autorización al capitán.

El me indico que no se podía obligar a nadie a viajar al lado de una persona tan desagradable.

La “señora" con cara de triunfo, intentó salir de su asiento, pero la empleada en ese momento se voltea y le dice al hombre de raza negra:

“¿Señor, seria usted tan amable de acompañarme a su nuevo asiento?"

Todos los pasajeros del avión se levantaron y ovacionaron la acción de la aeromoza.

Ese año, esta empleada y el capitán fueron premiados y gracias a esa actitud, la empresa British Airways se dio cuenta que no le había dado demasiada importancia a la capacitación de su personal en el área de atención al cliente, la empresa hizo cambios de inmediato; desde ese momento en todas las oficinas de British Airways se lee el siguiente mensaje:

"Las personas pueden olvidar lo que les dijiste, las personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca olvidaran como los hiciste sentir."

Extraido de En Plenitud.com


Una palabra dicha es como una bala que ha salido de un arma... ya nunca vuelve de donde salio y causa daño a quien alcanza.

Muchas veces, el dominio de nuestras pasiones pasa por cerrar nuestra garganta al incontenible deseo de expulsar el aire con frenesi, haciendo vibrar las cuerdas vocales sin necesidad de haber pensado antes lo que se iba a proferir. Si pusieramos un filtro entre la zona de produccion del sonido, y la emision de este, cumpliriamos la premisa aquella que dice que si no podemos mejorar el silencio, entonces mejor nos quedamos callados.

Por algo Dios nos dio dos oidos y una boca, para escuchar dos veces y hablar solo una, ya que el hombre es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice. A una palabra, compuesta de aire en vibracion, no se la lleva el viento sino que permanece en el recuerdo de quien la recibio, asociandola mentalmente en este a quien la produjo. La pluma tiene mas poder que la espada, y por simples palabras pueden morir miles de hombres mientras que por silencios pueden salvarse millones...

Al fin y al cabo, nuestras palabras siempre deben ser dulces... por si algun dia tenemos que tragarnoslas...

(...perdon si molesto...)

La vana intencion del que grita

Un día Meher Baba preguntó a sus mandalies lo siguiente:

- ¿Por que la gente se grita cuando están enojados?:

Los hombres pensaron unos momentos:

- Porque perdemos la calma - dijo uno - por eso gritamos.-

- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? - preguntó Baba - No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía a Baba.

Finalmente él explicó:

- Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego Baba preguntó:

- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?
Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente,¿por qué? Sus corazones están muy cerca.
La distancia entre ellos es muy pequeña.

Baba continuó

- Cuando se enamoran más aún, qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aun más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman.

Luego Baba dijo:-

- Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.

Extraido de www.actos de amor.com

Los corazones que viven cerca pueden ahogarse unos a otros con sus latidos cuando intentan sobreponer sus sonidos al del otro, esforzandose en un vano intento por ser mas fuertes que el otro y deponiendo la vida en el intento cuando falla el musculo en la vana tarea de callar al otro merced al grito mas fuerte y mas poderoso.

Sin embargo, los corazones que se sienten cerca, aunque vivan lejos, solo entienden que el idioma comun puede darse con un latido unisono, ritmico, acompasado, concordante y no competitivo sino colaborativo, creciente como la luna que no mengua y plena como el sol de mediodia.

Los corazones que se gritan se distancian. Los que se susurran se acercan. Es por eso que la ternura se representa siempre por un corazon y el amor por un corazon atravesado por una flecha. La ternura implica el corazon que nos falta para ser armonicos en el duo sempiterno del entendimiento y la flecha que perfora al corazon que no sangra por ella es la promesa indiscutible de anclarme a la vida del otro corazon, sin necesidad de sacarle una gota de sangre y con la perenne promesa de latir al mismo ritmo, sin aspavientos ni excesos, simplemente latiendo... como el corazon gemelo me lo pida.

Al fin y al cabo, solo se trata de amar...

(...perdon si molesto...)

El regalo de la humildad

Se acercaba mi cumpleaños y quería ese año pedir un deseo especial al apagar las velas de mi pastel.

Caminando por el parque me senté al lado de un mendigo que estaba sentado en uno de los bancos, el más retirado, viendo dos palomas revolotear cerca del estanque y me pareció curioso ver a un hombre de aspecto abandonado, mirar las avecillas con una sonrisa en la cara que parecía eterna.

Me acerqué a él con la intención de preguntarle por qué estaba tan feliz.

Quise también sentirme afortunado al conversar con él para sentirme más orgulloso de mis bienes, por que yo era un hombre al que no le faltaba nada, tenía mi trabajo que me producía mucho dinero, claro ¿como no iba a producírmelo trabajando tanto?, tenía mis hijos a los cuales gracias a mi esfuerzo tampoco les faltaba nada y tenían los juguetes que quisiesen tener.

En fin gracias a mis interminables horas de trabajo no les faltaba nada a mi familia.

Me acerqué entonces al hombre y le pregunte,

"¿Caballero que pediría usted como deseo en su cumpleaños?"

Pensando yo que el hombre me contestaría que dinero y así de paso yo darle unos billetes que tenía y hacer la obra de caridad del año... No sabe usted mi asombro cuando el hombre me contesta lo siguiente con la misma sonrisa en su rostro que no se le había borrado y nunca se le borró:

"Amigo, si pidiese algo más de lo que tengo sería muy egoísta, yo ya he tenido de todo lo que necesita un hombre en la vida y más. Vivía con mis padres y mi hermano antes de perderlos una tarde de junio, hace mucho, conocí el amor de mi padre y mi madre que se desvivían por darme todo el amor que le será posible dentro de nuestras limitaciones económicas. Al perderlos, sufrí muchísimo pero entendí que hay otros que nunca conocieron ese amor, yo sí y me sentí mejor.

Cuando joven conocí una niña de la cual me enamoré perdidamente, un día la besé y estalló en mí el amor hacia aquella joven tan bella que cuando luego se marchó, mi corazón sufría tanto... Recuerdo ese momento y pienso que hay personas que nunca han conocido el amor y me siento mejor.

Un día en este parque un niño correteando cayó al piso y comenzó a llorar, yo fui, lo ayude a levantarse, le sequé las lágrimas con mis manos y jugué con él por unos instantes más y aunque no era mi hijo me sentí padre, y me sentí feliz porque pensé que muchos no han conocido ese sentimiento.

Cuando siento frío y hambre en el invierno, recuerdo la comida de mi madre y el calor de nuestra pequeña casita y me siento mejor porque hay otros que nunca lo han sentido y tal vez no lo sentirán nunca. Cuando consigo dos piezas de pan comparto una con otro mendigo del camino y siento el placer que da compartir con quien lo necesita, y recuerdo que hay unos que jamás sentirán esto.

Mi querido amigo, que más puedo pedir a Dios o a la vida cuando lo he tenido todo, y lo más importante es que estoy consciente de ello. Puedo ver la vida en su más simple expresión, como esas dos palomitas jugando, ¿qué necesitan ellas? lo mismo que yo, nada... Estamos agradecidos al Cielo de esto, y sé que usted pronto lo estará también..."

Miré hacia el suelo un segundo como perdido en la grandeza de las palabras de aquel sabio que me había abierto los ojos en su sencillez, cuando miré a mi lado ya no estaba, sólo las palomitas y un arrepentimiento enorme de la forma en que había vivido sin haber conocido la vida. Jamás pensé que aquel mendigo, era tal vez un ángel enviado por el Señor, me daría el regalo más precioso que se le puede dar a un ser humano...

..la Humildad...

Extraido de www.actos de amor.com

Lo mas deseable es ser lo que no se aparenta a sabiendas que se es lo que no se ve porque precisamente ahi se es seguro de lo que no se alardea. Las apariencias son como el envoltorio de un regalo que se valora dejando de lado el contenido. Lo esencial siempre es invisible a los ojos y cuando menos se observa, mas enaltece a la persona que lo posee.

Si dejamos traslucir en nuestros actos la esencia de nuestro ser, si dejamos que el mundo valore lo que hacemos a traves de nuestras obras, si cumplimos la premisa Cristica de que por nuestros frutos nos conoceran sin el autobombo del marketing innecesario, dejaremos detras la cascara tan impoluta como falsa que conforma la esencia del ser humano... la de mostrar las miserias como meritos o los meritos como supermeritos...

La humildad es la moneda de cambio de ingreso al Paraiso... y es tan facil ejercerla como el callar... cuando alguien no habla de nosotros, no seamos nosotros quien lo hagamos... gastemos la energia que usamos en hablar de nosotros mismos en hacer por nosotros mismos sin decir nada a nadie... dar sin pedir nada a cambio, hacer sin esperar la aprobacion popular, ser el publicano de la vida y no el fariseo de la historia, el que se golpea el pecho sin tos ni son, buscando llamar la atencion del resto para que vea el vacio enorme que el mismo no ve y que llena su interior, paradojicamente vacio, de mas vacio aun...

Y encima alardeamos de ello...

(...perdon si molesto...)