Un alumno que quería aprender esoterismo de un gran maestro insistía mucho para que lo recibiere.
- ¡Maestro enseñame!
- No, no lo haré.
- Maestro es deber enseñar al que lo desea de corazón!...
- No no lo haré, no insistas!....
Un día cualquiera el maestro deambulaba por la ribera de un hermoso arroyo y apareció el alumno, y le dijo:
- Creo que es el momento de que me enseñes Maestro...
Y el maestro le dijo:
- Ven acercate conmigo al borde de este arroyo...
Y efectivamente este lo hizo y el maestro tomándolo de la cabeza lo sumergió en el agua un tiempo prudencial. Cuando el alumno sentía que se ahogaba comenzó a rasguñar los brazos del maestro, y cuando este lo hubo sacado le preguntó:
- Que pensaste cuando te estabas ahogando?, acaso pensaste en tu familia?
Y el alumno después de haber tomado aliento respondió:
- ¡NO!
- ¿En tus amigos?
- No-
- ¿Entonces que era lo que pensabas o necesitabas?
- Tenía hambre de Aire, Oxígeno.- Ah!. Entonces cuando tengas esa misma hambre por aprender ese día te enseñare...
Cuando la ansiedad supera a la necesidad, la derrota es augurable. Cuando nos consume la impaciencia y la insomne necesidad sobrepasa al concepto del proceso, entonces somos pasto de las circunstancias.
Requerir lo precisado con necesidad de corazon, con la mente abierta y la conciencia de la inminencia del exito basado en el camino y no en el destino, es la puerta que se debe cruzar para someter el alma al cotidiano y obligatorio proceso de aprendizaje, sin el cual seremos piedra entre las piedras y no seres en evolucion y caminando a la Luz constante y llamante, que simplemente esta alli esperando nuestro paso a paso.
La premura no siempre significa eficacia. El "despacio que estoy apurado" es Ley Universal de Aprendizaje.
Caminando es como se llega. No hay atajos en el camino a la Luz.
(...perdon si molesto...)
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