La amnesia suele ser un mal paraguayo mas endemico que el bocio o el dengue, tan silencioso como el primero y tan mortal como el ultimo, al menos a la larga. La larga lista olvidada de olvidos olvidados de la historia paraguaya decoraria estos lares si no fuera por dos razones: la primera es porque me he olvidado de lo que contenia y de la segunda razon... no me acuerdo...
Sin embargo, si me acuerdo de lo que una enorme mayoria de connacionales habran dicho (y en algunos casos dijeron segun me consta) el domingo ni bien las añejadas bombas multicolores (por la magia de la democracia, no por la maravilla de la pirotecnia) atronaban el cielo nacional, y una mujer al borde de las lagrimas (lágrimas que por cierto ya hubo soltado en otra oportunidad cuando visionariamente veía "venir la noche") y abandonada por quienes otrora se mostraban a su alrededor, enfrentaba al mundo anunciando su derrota:
"POBRECITA BLANCA, HUBIESE SIDO MUY BUENA PRESIDENTA SI NO HUBIESE ESTADO RODEADA DE LA GENTE QUE LA RODEABA"
Mentira. Falacia. Ni siquiera medias verdades, sino que supino y grosero embuste tal afirmacion.
La "señora que casi lloraba" no hubiese sido nunca una buena presidenta porque antes deberia haber sido coherente con su predica y su pasado. Deberia haber renunciado a arrastar a una caterva de buitres carroñeros que, hoy se ve (y el que no lo ve, que reviente), se escudaban en sus faldas para demostrarle (una vez mas) a los colorados que sus votos solo sirven para mantenerlos impunes, aun cuando todo el pueblo colorado llora una derrota. Ellos, sin embargo, y gracias a la falta de personalidad de la "señora que casi lloraba", siguen en el poder con sueldos y fueros, exhibiendo sus grotescas estirpes y figuras y gozando de cuanto nosotros podemos pagarles. Y mas.
La señora permitio que se digan improperios que hablaban de vomitos en nombre de su campaña, profirio ella misma insultos que no iban con la preparacion que decia tener ni con la mujer que decia representar, y por si fuera poco, permitio ceder el protagonismo a personeros que poco favorecian su imagen, pese a que los multimillonarios asesores de imagen le aconsejaron como primera medida que se alejara de las "malas influencias".
Esa señora que hace tres dias estara llorando sin parar, no se merecía ni por asomo al pueblo que maduró de golpe en nueve horas de votación y añejadamente en sesenta y un años de espera. Pecó por comisión y por omisión, y dejó pecar con el peor de los pecados: la inacción.
Si así era en lo público... qué hubiese sido en lo privado?
"Pobrecita Blanca" por lo que le pasó el domingo. No ha de ser agradable bajarse a tiros de una nube. O a votos. Pero pobrecitos de nosotros de haberla tenido a ella de gobernante, por seguir siendo víctimas de nuestra inocencia y nuestra candidez.
Un cadáver más al ya bastante poblado cementerio político del Paraguay "moderno y democrático"...
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