"Hubo un tiempo en la historia de la raza en que los dioses robaron al hombre su Divinidad y, reunidos en alto cónclave, buscaron decidir dónde ocultar lo que habían robado.
Un dios sugirió esconderla en otro planeta, pues allí el hombre no podría encontrarla, pero otro dios se levantó y dijo que el hombre era innatamente un gran viajero y que ellos no tenían garantía que él eventualmente no pudiera encontrarla allí, «veamos» dijo, «escondámosla en las profundidades del mar, en el lecho del océano, donde estará a salvo».
Pero nuevamente se oyó una voz que disentía, y señalaba que el hombre era por naturaleza un gran investigador y que algún día podría lograr penetrar en las mayores profundidades, así como en las mayores alturas.
Entonces continuó la discusión, hasta que un brillante dios se levantó y dijo: «Ocultemos la joya robada de la Divinidad del hombre dentro de él mismo, pues allí él nunca la buscará».
En ese momento el cónclave terminó felizmente, pues los dioses advirtieron que el lugar verdaderamente inaccesible habla sido indicado, y que por ende parecería que la luz oculta en el hombre estaría perdida para siempre"
Hoy mirando el cielo azul me pregunte que realmente buscamos al mirar las estrellas. Algunas veces entendi que el hombre buscaba ser grande sondeando el espacio inmenso, descubriendo galaxias inalcanzables y tratando de descifrar su origen y su destino. Otras veces oi que el hombre queria ser como Dios, encontrar a Dios mirando al cielo, dandole un lugar o un sitio o idealizando un norte en la eterna busqueda de la felicidad de lo Alto. Y finalmente recorde que el hombre mirando al cielo buscaba sus respuestas, la razon de sus infortunios, el consuelo de su dolor, la motivacion para vivir.Un dios sugirió esconderla en otro planeta, pues allí el hombre no podría encontrarla, pero otro dios se levantó y dijo que el hombre era innatamente un gran viajero y que ellos no tenían garantía que él eventualmente no pudiera encontrarla allí, «veamos» dijo, «escondámosla en las profundidades del mar, en el lecho del océano, donde estará a salvo».
Pero nuevamente se oyó una voz que disentía, y señalaba que el hombre era por naturaleza un gran investigador y que algún día podría lograr penetrar en las mayores profundidades, así como en las mayores alturas.
Entonces continuó la discusión, hasta que un brillante dios se levantó y dijo: «Ocultemos la joya robada de la Divinidad del hombre dentro de él mismo, pues allí él nunca la buscará».
En ese momento el cónclave terminó felizmente, pues los dioses advirtieron que el lugar verdaderamente inaccesible habla sido indicado, y que por ende parecería que la luz oculta en el hombre estaría perdida para siempre"
Y pensar que todo eso no se obtiene mirando arriba, abajo, al norte, al sur, al oriente o al occidente. No tiene un sancta sanctorum, un tabernaculo, un grial. No precisa de mapas ni de acertijos, no se obtiene en sanguinarias luchas ni abnegadas negaciones.
Solo se precisa mirarse adentro. Alli esta la grandeza del hombre, la razon de sus infortunios, la solucion de sus problemas, el motivo de su vida, la fuente de la eterna juventud, el vellocino dorado de su eterna forma de encarar la vida en la sempiterna busqueda de la felicidad hecha de momentos felices encadenados y no de absoluto gozo sin grietas e inquebrantablemente comprometido con la vida de uno mismo.
Alli esta tambien Dios...
Posteado por  DrBluesEn el foro Lobby con 2 respuesta(s) | Visitas: 45 Ranking:  5:1 |
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